3er BOLETÍN / 2023.03.23
MONOGRÁFICO: ASAMBLEA CIUDADANA DE GIPUZKOA.
Cambio Climático y Democracia Deliberativa. Afrontando nuevos retos por la innovación
Afrontar el cambio climático y sus consecuencias no será fácil. El cambio climático nos afecta al ser humano en su conjunto y para hacer frente a los daños que va a causar es necesario promover amplios consensos sociales. Esto requerirá experimentar modelos de democracia más innovadores y participativos, y en ese camino la democracia deliberativa o las asambleas ciudadanas y participativas, en la medida en que busquen aumentar el compromiso social, pueden ser propicias para dar respuesta a los grandes dilemas que el cambio climático va a requerir.
Consideramos que las asambleas ciudadanas son un ejemplo válido para elevar el grado de compromiso de la comunidad organizada, como modelos participativos que promueven nuevos modelos de gobernanza. Y esto puede ser de vital importancia en el momento de afrontar retos como el cambio climático.
Para ello, hace dos años Telesforo Monzón laboratorio de ideas abrimos esta línea de reflexión y experimentación. Más allá de la reflexión teórica, mediante experiencias prácticas se pretende profundizar en el binomio cambio climático-democracia participativa.
Seguramente, las Asambleas Ciudadanas pueden ser instrumentos que sirvan, además del tema climático, para orientar los ejes estratégicos de cara al futuro de la sociedad vasca (como en el caso irlandés), aunque de momento nosotras nos hemos centrado en el cambio climático.
Asamblea Ciudadana de Gipuzkoa sobre el medio rural y el clima. Una primera experiencia
Esta primera experiencia, promovida por Telesforo Monzón (Euskal herrigintza laborategia) (TMeLab) y Arantzazulab, laboratorio de innovación social, se ha centrado en la actividad agraria y el cambio climático de la mano de la Diputación Foral de Gipuzkoa.
Como vecinas de Gipuzkoa, 32 ciudadanas elegidas al azar se han unido para compartir sus puntos de vista y experiencias y poder reflexionar. Responden a la pregunta ¿Cómo podemos garantizar la actividad agraria en Gipuzkoa para hacer frente a la emergencia climática?
Estas recomendaciones contribuirán a orientar las actuaciones en materia de política agraria de los próximos años, destacando siempre que el sector agrario del futuro deberá hacer frente a la emergencia climática existente para garantizar su futuro.
¿Por qué es importante poner en común el sector rural y la situación de emergencia climática?
Hay infinidad de razones, pero destacaremos tres:
1. El sector agrícola local es estratégico para todos los países. El sector agrario es importante para la producción de alimentos que todos los países necesitamos y también es gestor de otros beneficios que genera el medio rural. Como el agua, la biodiversidad, etc. El cambio climático, al igual que en cualquier otro rincón del mundo, también en Gipuzkoa, pondrá en valor la gestión del sector agrario.
2. Como se ha dicho, el cambio climático que ya existe y que se está acelerando va a condicionar en gran medida la evolución del mundo rural en el futuro. Por tanto, para poder garantizar el futuro del sector agrario, el propio sector debe adaptarse al cambio climático. Esto requiere la utilización de nuevos recursos (p. ej. capital humano, tecnología, etc.) y somos conscientes de que los recursos son escasos y hay que asignarlos de forma adecuada.
3. Las emisiones de gases de efecto invernadero en el medio rural, como el CO2 o el metano, pueden ser absorbidas cuando se trate de actividades agrarias adecuadas.
PROCESO, SITUACIÓN ACTUAL
1a sesión, en Orona
2a sesión, en Tabakalera
3a sesión, en Olaso Dorrea
4a sesión, en las Juntas Generals de Gipuzkoa
Esta Asamblea Ciudadana de Gipuzkoa ha estado compuesta por 32 ciudadanas seleccionadas por sorteo cívico. Entre noviembre de 2022 y enero de 2023 se han reunido durante cuatro fines de semana para llevar a cabo un proceso deliberativo de 40 horas. La pregunta es ¿Cómo podemos garantizar la actividad agraria en Gipuzkoa para hacer frente a la emergencia climática?
La Diputación Foral de Gipuzkoa ha asumido el papel de entidad comanditaria. En este sentido, esta última se compromete a responder a las recomendaciones planteadas por la Asamblea Ciudadana y a informar sobre su integración en su actividad.
Las sesiones de trabajo de los dos primeros fines de semana se desarrollaron en la sede de Orona en Hernani y en Tabakalera. En ellas las ciudadanas escucharon las aportaciones de expertas y experimentadas en la actividad agraria y la emergencia climática para poder construir una mirada enriquecida a través de diferentes perspectivas.
Los dos fines de semana posteriores se celebraron en la Torre Olaso de Bergara (sede de eLab en Telesforo Monzo) y en las Juntas Generales de Gipuzkoa. Ambas sesiones fueron destinadas a la deliberación.
A continuación, para buscar respuestas a los retos locales, han deliberado y finalmente han redactado recomendaciones colectivas para responder a la pregunta.
R E C O M E N D A C I O N E S
En la sesión de las Juntas Generales del 14 de enero los ciudadanos presentaron las siguientes 9 recomendaciones a la delegación de la Diputación Foral de Gipuzkoa que ha presidido la diputada de Gobernanza, Eider Mendoza, y a los dos laboratorios que hemos sido promotores:
1.
Devolver a los propietarios rurales una compensación económica en función de su contribución a los servicios ecosistémicos y difundir estos valores a la sociedad.
2.
Promover la gestión de los bosques a través de I+D y convirtiéndolo en un sector estratégico
3.
Convertir el sector primario en estratégico pasando de una valoración económica a una ecosistémica mediante la participación de los diferentes actores implicados.
4.
Concienciar/sensibilizar a la sociedad desde la infancia en relación al mundo de la agricultura y el cambio climático.
5.
Estudiar las medidas para el rejuvenecimiento del sector primario.
6.
Fomentar el KM.0. desde la 1ª fase de producción
7.
Fomentar la agricultura ecológica estratégica mediante creación/ampliación de organismos que se encarguen de aumentar la competitividad, la productividad y la comercialización.
8.
Fomentar el producto local ajustando las bonificaciones fiscales
9.
Incentivar el baserri mixto profesional.
En la misma sesión se votó el nivel de apoyo de cada propuesta y, todas las recomendaciones, excepto una, que fue aprobada por el 78%, han superado el nivel de apoyo del 80%.
En relación a cada recomendación se recoge la siguiente explicación: descripción-en qué consiste la propuesta realizada y justificación-por qué se propone. El documento con los detalles se puede ver y descargar aquí.
El documento con las respuestas a las recomendaciones se puede ver y descargar aquí.
Entre enero y marzo la Diputación ha estado atendiendo a estas 9 recomendaciones y estudiando cómo implementarlas en su actuación. La Diputación ha realizado esta devoción en un acto público celebrado el 14 de marzo y ha recogido en un documento las respuestas a las recomendaciones presentadas por la Asamblea Ciudadana.
En cuanto a los siguientes pasos, como se observa en el gráfico, la Diputación compartirá información sobre la implementación de las medidas señaladas en marzo de 2023 en los actos públicos que se celebrarán en octubre de 2023 y 2024. La Asamblea Ciudadana de Gipuzkoa, con la colaboración de los dos laboratorios que somos promotores, realizará un seguimiento de la actuación de la Diputación.
V A L O R A C I Ó N
Todavía es pronto para hacer una valoración de lo que ha dado de sí la Asamblea Ciudadana de Gipuzkoa. En primer lugar, hay que señalar que el tema no era sencillo, la combinación y reflexión sobre el cambio climático y el medio rural ha supuesto un gran esfuerzo para la ciudadanía. La ciudadanía ha tenido que responder a un tema de complejidad y que requiere un profundo nivel de conocimiento. Sin embargo, es destacable la disposición presentada por parte de la ciudadanía, ya que se presentaron tantas voluntarias como para poder cumplir con los diferentes perfiles de la ciudadanía a elegir al azar. Además ha sido destacable su implicación y dedicación y por parte de todos hemos tenido una buena valoración del proceso. Esto nos ha puesto de manifiesto que la democracia más que en la crisis, quizá los que están en crisis son unos modelos y la ciudadanía está dispuesta a explicar su compromiso con este país y a participar en lo que se les ofrezca. A este nivel ha habido un proceso de empoderamiento. Además, ha señalado que la sociedad tiene capacidad para responder a las complejidades, por lo que parece una buena herramienta para buscar consensos y responder a los retos que requiere el cambio climático.
Sin embargo, existen elementos a tener en cuenta, la complejidad del proceso y el coste requiere un nivel de tamaño y escala, debiendo estudiarse la posibilidad de enfocar las cuestiones simples o menores mediante procesos deliberativos más sencillos.
También hay que tener en cuenta que la amplitud del tema dificulta responder en profundidad en las propuestas o aportaciones. Cuanto más amplio es el tema, menos posibilidades ofrece de profundización. La consecuencia es que las propuestas que se hacen también son amplias y, por tanto, la respuesta que se puede dar a éstas también es así.
Por supuesto, el reto ahora es analizar la magnitud de la respuesta de las instituciones públicas a los procesos deliberativos. En el caso que nos ocupa, la Diputación Foral de Gipuzkoa ha respondido a las 9 reconvenciones, aceptando todas ellas, pero tal y como ha señalado la Diputación, en todos los casos con ligeras variaciones. La respuesta dada y el análisis de si la profundidad de la misma es suficiente corresponde a quienes han participado en la asamblea ciudadana, a la ciudadanía y a los agentes políticos sociales (AQUÍ se puede ver la respuesta de la Diputación). También será importante la evolución de esta respuesta en el tiempo. En este nivel se han establecido sesiones de seguimiento y evaluación.
ALGUNAS DE LAS PERSONAS QUE CONFORMAN EL GRUPO MOTOR
O P I N I Ó N
Unai Pascual
Experto colaborador de TMeLab. Unai Pascual Ikerbasque es Profesor de Investigación en el Centro Vasco de Cambio Climático (BC3). Es economista ecológista, con más de 20 años de experiencia en la comprensión de complejos sistemas de puentes socio-ecológicos entre las ciencias sociales y naturales.
Hace unos dos años, Telesforo Monzón, el laboratorio de ideas (TMeLab), reflexionaba sobre cómo abordar el reto de la emergencia climática desde la propia sociedad vasca. De la lluvia de ideas que me asaltaba deduje claramente la necesidad de activar la sociedad para poder responder como pueblo al reto de la emergencia climática.
Convencido de que en Euskal Herria existe una gobernanza climática bastante anquilosada, tengo claro que es hora de experimentar con formas innovadoras, y ante las diferentes posibilidades, en TMeLab se nos ocurrió empezar a trabajar con una pregunta concreta: ¿Cómo asociar la gobernanza de arriba abajo y de abajo arriba al reto de la emergencia climática?
Sabíamos que había diferentes opciones y una de ellas fue la que más nos llamó la atención. De hecho, pensamos que el modelo de democracia deliberativa es interesante. Llegamos a la conclusión de que teníamos la necesidad de poner en marcha este tipo de experiencias en el País Vasco y aprender de ellas. Así que nos pusimos de cabeza en busca de modelos centrados en la democracia deliberativa.
Desde ellos analizamos las experiencias de las Asambleas Ciudadanas que trataban el tema del clima a lo largo del mundo y comenzamos a estudiar las posibilidades de organizar una experiencia así en Euskal Herria: ¿dónde, con quién, y cuándo arrancar semejante experiencia? Comenzamos nuestro trabajo con ArantzazuLab y Deliberatiba como compañeros de viaje y, pensando en la escala a nivel de país, centramos nuestra mirada en Gipuzkoa. Aunque podría haber ocurrido en otra provincia del País Vasco, nos pareció que el espacio de experimentación que ofrecía Gipuzkoa era el idóneo.
Siempre digo que la emergencia climática es un problema de muchos vértices. También que el núcleo del problema es el socio-ecológico, en el que las variables sociales (ej. los valores que tiene la gente, los comportamientos que comporta), políticas (las relaciones de poder, los ciclos políticos, los ejércitos), económicas (el crecimiento económico constante, el modelo de bienestar, etc.) están devanadas de forma compleja con el medio ambiente. Por un lado, la del clima no es una solución mágica que sólo encontraremos desde el ámbito tecnológico (ej. energías renovables, hidrógeno, etc.). El problema es mucho más complejo y hay que tener en cuenta lo sociológico, lo político, etc. Es más, si integramos la construcción de país en un proyecto, necesitamos políticas climáticas estratégicas. Por otro lado, es necesario darse cuenta de que el medio ambiente es un sistema complejo y que, por tanto, al tener sus propias dinámicas e inercias, a veces es imposible controlarlas. ¿En algún momento nos daremos cuenta de que no somos nada ex machina?
Así que, a pesar de las dificultades, tuvimos que responder algunas preguntas. ¿Por dónde abordar la gobernanza del sistema socio-ecológico desde la democracia deliberativa? ¿Qué sector puede centrarse en iniciar esta experiencia innovadora (educación, cultura, industria, biodiversidad, agricultura)? ¿Qué actividad (consumo, producción, residuos, movilidad, alimentación) puede estar más ligada al objetivo de la construcción de país?
En el proceso de reflexión vimos que el medio rural permite enlazar cuestiones básicas (sociales, ecológicas, etc.). Por tanto, la Asamblea Ciudadana se centra en este ámbito. Tras la participación de la Diputación Foral de Gipuzkoa (DFG), iniciamos con nuestras compañeras de viaje el proceso de diseño de la Asamblea Ciudadana de Gipuzkoa (GHB).
Uno de los temas más ácidos del diseño era acordar la pregunta que GHB debía responder, incluso con la DFG. Tras muchas horas de trabajo, fijamos la pregunta: ¿Cómo podemos garantizar la actividad agraria de Gipuzkoa para hacer frente a la emergencia climática? En mi opinión, había mejores preguntas a elegir, pero esa pregunta también tenía potencialidad y con ella avanzamos.
Tras dos años de trabajo formativo, GHB se pone en marcha y finaliza la etapa principal de su carrera. En los meses anteriores GHB se ha reunido durante cuatro fines de semana y ha analizado diferentes cuestiones para poder responder a la pregunta anterior, teniendo en cuenta la información de algunos expertos y expertos. Las personas que han formado GHB han ofrecido nueve recomendaciones a la DFG (y al menos a todos los grupos de partidos políticos representados en las Juntas Generales).
Las nueve recomendaciones ya están en manos de la DFG y es responsabilidad de la DFG señalar la forma en que las tendrá en cuenta. Pronto conoceremos la opinión de la DFG, que la trasladará a la ciudadanía guipuzcoana. GHB fiscalizará las acciones de la DFG. Es decir, analizará las acciones relacionadas con las recomendaciones propuestas por él. En mi opinión, además de GHB, hay que activar a la ciudadanía guipuzcoana en general para que el modelo de democracia deliberativa sirva de verdad.
Desde mi punto de vista las nueve recomendaciones son interesantes. A través de GHB, la sociedad ha analizado la situación del medio rural y ha dibujado un camino para hacer frente a la emergencia climática que partiría de las múltiples percepciones, inquietudes y valores existentes en la sociedad. De entre las recomendaciones, la más interesante a mi juicio es la que ha alcanzado un mayor consenso dentro de GHB: Devolver a los propietarios rurales una compensación económica en función de su contribución a los servicios ecosistémicos y difundir estos valores a la sociedad.
El medio rural ofrece numerosos servicios ecosistémicos a la sociedad (así como a las siguientes generaciones). La mayoría de ellos (agua, alimentos, conservación de la biodiversidad, etc.) están estrechamente relacionados con el clima. Estos servicios ecosistémicos también garantizan el bienestar de las personas que viven y trabajan en el medio rural. Y claro, la ciudadanía, quizá sin ser conscientes, somos consumidoras ocultas de servicios que ofrecen zonas rurales. Pero claro, el campo tampoco puede romantizarse. A pesar de su potencial de ofrecer servicios ecosistémicos positivos, el medio rural puede generar servicios negativos como las grandes pérdidas y riesgos que genera un modelo forestal no diversificado (por ejemplo, la adaptación al cambio climático, la pérdida de biodiversidad y el deterioro de los caudales de agua).
Para terminar, creo que debemos tener mucho cuidado con algo: la democracia deliberativa no es una panacea. Aunque ya hayamos empezado, todavía tenemos mucho que aprender de esta experiencia y tenemos que pensar bien cómo profundizar en ella. Necesitaremos más experimentos de este tipo, a diferente escala (a nivel local, por ejemplo).
La idea de que la legitimidad social de la democracia liberal está en decadencia se está extendiendo en la sociedad y los políticos lo saben perfectamente. La gente es cada vez más desconfiada en la política de partidos tradicional y creo que cada vez hay más gente que percibe que las autoridades están lejos de las necesidades de la sociedad. Creo que también es bastante claro que nos estamos volviendo locos en un tecnocratismo medioambiental (como en muchos otros). Además, la sociedad está cambiando mucho y de forma muy rápida. Tras la salida de la pandemia del COVID19 y en esta época de la nueva normalidad es evidente que ha habido muchos pequeños cambios, por ejemplo en el ámbito de las relaciones humanas. Hay un riesgo para mí que todavía no hemos entendido bien en este nuevo contexto: el intento de los gobernantes y tecnócratas de instrumentalizar la democracia deliberativa. Viendo hasta dónde puede llegar el potencial de la democracia deliberativa, tendremos que cuidar mucho las nuevas iniciativas que emprendamos y diseñarlas con cautela. Espero que la experiencia de GHB iniciada tenga continuidad en el País Vasco. Tendremos que poner en marcha experiencias nuevas y adecuadas adaptadas a las necesidades que se identifiquen. Creo que tiene el potencial de ser un instrumento de paisanaje.