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Repensando el consumo de animales para prevenir la siguiente pandemia global

Este artículo también disponible en: Euskara

Repensando el consumo de animales para prevenir la siguiente pandemia global

Repensando el consumo de animales para prevenir la siguiente pandemia global

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ENEKO AXPE

Doctor en Física, Marie Curie Postdoctoral Fellow. Universidad de Stanford y NASA.

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ENEKO AXPE

Doctor en Física, Marie Curie Postdoctoral Fellow. Universidad de Stanford y NASA.

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Es realmente increíble. Un artículo científico publicado en 2007 predijo el desastre que iba a asolarnos:

“Se sabe que los coronavirus sufren recombinaciones genéticas que puede conducir a nuevos brotes. La presencia de un gran reservorio de virus similares al SARS-CoV en murciélagos de herradura, en combinación con la cultura de comer mamíferos exóticos en el sur de China, es una bomba de relojería.”

Doce años después, varios estudios ya sugieren que animales salvajes en venta en el mercado mayorista de mariscos de Huanan, encendió el brote de SARS-CoV-2 que ha resultado en decenas de miles de muertes en todo el mundo tan solo en los primeros meses. Mientras el SARS-CoV-2 se ha convertido en el séptimo coronavirus, del que se tiene conocimiento, capaz de infectar humanos, la Comisión Europea confirmó un nuevo caso de gripe aviar H5N8 en una granja avícola en Alemania. La COVID-19 es solo el último de una larga lista de zoonosis.

Produced by the National Institute of Allergy and Infectious Diseases (NIAID), this highly magnified, digitally colorized transmission electron microscopic (TEM) image highlights the particle envelope of a single, spherical shaped, Middle East respiratory syndrome coronavirus (MERS-CoV) virion, through the process of immunolabeling, the envelope proteins, using rabbit HCoV-EMC/2012 primary antibody, and goat anti-rabbit 10nm gold particles.
(MERS-CoV). Foto: Centers for Disease Control and Prevention, Unsplash.

Las zoonosis son enfermedades infecciosas transmitidas de animales no humanos a humanos. Diversos estudios científicos indican que la COVID-19 surgió debido al consumo de carne de un animal infectado, probablemente un pangolín (considerado como el mamífero más traficado a nivel mundial). Desafortunadamente, COVID-19 no es la única zoonosis causada por el consumo humano de animales, como indica la larga lista recogida en la tabla.

Enfermedad

Transmisioa (Animalien kontsumoarekin lotuta)

Angiostrongiliasis

Molusku eta krustazeo gordinen kontsumoa

Anisakiasia

Arrain eta txipiroi gordin edo erdi-gordinen kontsumoa

Hegazti-gripea

Hegaztiekin kontaktu zuzena

MERS

Gameluekin kontaktu zuzena

Kapilariasia

Arrain gordinaren edo erdi-gordinaren kontsumoa

Klamidiek eragindako infekzioak

Ardiekin kontaktua erditu ondoren

COVID-19

Pangolin-okelaren kontsumoa (posiblea)

Creutzfeldt-Jakob gaixotasunaren aldaera

Infektatutako abereen haragiaren kontsumoa

Zistizerkosia eta teniasia

Txerri gordinaren edo erdi-gordinaren kontsumoa

Elikagai intoxikazioa

Abereen eta hegazti gordin edo erdi garbien kontsumoa

Giardiasia

Esporak edo kisteak hartzea

Gnatostomiasia

Haragi eta arrain gordinaren edo erdi-gordinaren kontsumoa

Legenarra

Infektatutako armadilloak, tximuak, untxiak edo karraskariak zuzenean ukitzea edo kontsumitzea

Txerri-gripea

Txerri-haragi infektatuaren kontsumoa

Toxokariasia

Larbak haragi gordinean edo erdi-gonrdinean hartzea

Trichinelosia

Haragi gordin edo erdi-gordinaren kontsumoa

Pero, ¿por qué deben preocuparnos las zoonosis? ¿Qué tan extendidas están las enfermedades infecciosas debidas al consumo humano de animales? Sorprendentemente, las zoonosis comprenden el 60% de todas las enfermedades infecciosas en humanos, y representan el 75% de todas las enfermedades infecciosas emergentes, según la ONU. Por lo tanto, ¿es hora de dejar de comer animales? El dejar de consumir animales, obviamente, reduciría el impacto mortal de muchas zoonosis en el futuro. En cambio, una estrategia más incisiva y menos severa para prevenir la próxima pandemia mundial causada por el consumo de animales, sería identificar los orígenes de las pandemias de zoonosis y abordarlos rediseñando nuestro sistema alimentario. Un sistema alimentario que no tenga los daños colaterales –mortales– que tiene el actual.

Por lo tanto, ¿es hora de dejar de comer animales? El dejar de consumir animales, obviamente, reduciría el impacto mortal de muchas zoonosis en el futuro.

Foto: Stijn te Strake, Unsplash.

En 2002, la transmisión del SARS de animales a humanos se inició en un mercado de animales salvajes, igual que en el caso del COVID-19. Los humanos contrajeron el virus de civetas, que a su vez contrajeron el virus de murciélagos. A día de hoy, los cazadores que abastecen estos mercados todavía cazan diferentes especies silvestres y las venden todas juntas en mercados con compradores a rebosar. Los mercados de animales salvajes son muy populares en todo el este y sudeste asiático, donde los animales salvajes capturados (vivos y muertos) se venden como alimento o para usos en “medicina” tradicional. Los mercados de animales salvajes se han identificado como iniciadores de epidemias. La OMS ha instado recientemente a prohibir estos mercados, afirmando que «dichos mercados son perfectos caldos de cultivos para enfermedades».

Con respecto a animales domésticos, la cría intensiva de animales también ha sido identificada como el origen de muchas zoonosis. En 1997, la altamente mortífera gripe aviar (H5N1) comenzó en una granja industrial de pollos en China. 12 años después, en Carolina del Norte (EEUU), la gripe porcina H1N1 surgió en una granja de cerdos. En 2018, las autoridades europeas de seguridad alimentaria alertaron sobre un nuevo caso de encefalopatía espongiforme bovina en una granja de cría intensiva de vacas en Escocia. Esta afección, popularmente conocida como enfermedad de las vacas locas, también puede propagarse a los humanos, causando la variante de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob que todavía hoy, causa muertes. El hacinamiento de animales en granjas industriales, a veces incluso de diferentes especies, también aumenta las probabilidades de iniciar una nueva próxima pandemia global.

Este es un elemento de encabezado personalizado

En lo que a Euskal Herria se refiere, tenemos que ser conscientes que decisiones en materia alimentaria de gobiernos de países que nos parecen muy lejanos pueden acabar afectando a nuestra salud, como ha quedado claro en la actual pandemia. Países como China, Vietnam, Tailandia o Birmania decidieron no cerrar los mercados de animales salvajes, aún estando sobre aviso de las graves consecuencias que dicha decisión podría acarrear. Finalmente, un brote surgido en un mercado de animales vivos en Wuhan acaba, por efecto mariposa, causando cientos de muertes en Gasteiz.

En la misma línea, el sindicato agrogranadero Euskal Herriko Nekazarien Elkartasuna (EHNE) denunció el reciente acuerdo entre la Unión Europea y EEUU para la entrada de carne de vacuno estadiounidense. Según EHNE, la carne procedente de EEUU no superaría los estrictos controles en material de sanidad, bienestar animal y trazabilidad que exige Europa. Aunque, si uno consulta los la normativa general básica en material de bienestar de los animales en las explotaciones en nuestro territorio, se puede llevar una sorpresa. En el Real Decreto 348/2000, de 10 de marzo, se incorpora al ordenamiento jurídico la Directiva 98/58/CE, relativa a la protección de los animales en las explotaciones. Pues bien, la recomendación relativa a los bovinos fue adoptada por el comité permanente… ¡en 1988! Con todas las nuevas zoonosis que han surgido en granjas industriales europeas desde entonces, y con todo el conocimiento científico y sanitario adquirido, ¿no habrá llegado ya la hora de actualizar dicha normativa, después de 32 años? Con el fin de prevenir nuevos brotes de zoonosis epidémicas, parece lógico que la respuesta sea afirmativa. Más lógico aún, cuando las ganaderías vascas producen más que nunca.

Con todas las nuevas zoonosis que han surgido en granjas industriales europeas desde entonces, y con todo el conocimiento científico y sanitario adquirido, ¿no habrá llegado ya la hora de actualizar dicha normativa, después de 32 años?

Según reflejan los datos DATACOMEX publicados en 2019, solamente las exportaciones vascas de carne y productos de porcino crecieron cerca del 46% en los últimos 3 años, superando las 2.113 toneladas anuales. Esperamos que estos jugosos incrementos en ventas que ya superan los 14,2 millones de euros no supongan el distender los controles, si no todo lo contrario, para evitar hacinamientos de los animales, por ejemplo. Respecto a las vacas, la normativa europea dice, y cito textualmente:

“Los alojamientos para el ganado bovino […] deberán construirse de forma que siempre dejen a los animales libertad de movimientos para asearse sin dificultad, que tengan suficiente espacio para tumbarse, descansar, adoptar las posturas propias para dormir o estirarse libremente y levantarse.

Vacas y novillas […] deberían tener la posibilidad de salir al exterior cuando ello sea posible y, preferentemente, todos los días en época estival.”.

¿Realmente, en todas las granjas industriales de cría intensiva de ganado bovino en Euskal Herria en particular, y en Europa en general, se respetan estas reglas? El Gobierno Vasco tiene una oportunidad dorada para regular de una manera mucho más rigurosa y preventiva, ya que el actual plan de control oficial del bienestar animal en explotaciones ganaderas y transporte de animales finaliza en el presente año.

Transmission electron microscopic image of an isolate from the first U.S. case of COVID-19, formerly known as 2019-nCoV. The spherical viral particles, colorized blue, contain cross-sections through the viral genome, seen as black dots.
Imagen microscópica del electrón de transmisión de un aislante del primer caso estadounidense COVID-19, conocido como 2019-nCoV. Las partículas virales esféricas, de color azul, presentan secciones transversales mediante el genoma viral, vistos como punto negro.
Foto: Centers for Disease Control and Prevention, Unsplash.

En conclusión, se han identificado dos factores clave que pueden conducir a futuros brotes de enfermedades infecciosas: los mercados de animales salvajes y las granjas industriales de animales domésticos. Pandemias mundiales como la causada por el COVID-19 seguirán llegando a menos que gobiernos y legisladores tomen nota, utilicen medidas disruptivas y regulen de manera decisiva. Actualmente se necesitan medidas mucho más rigurosas en política alimentaria, calidad, distribución de alimentos y seguridad alimentaria para restringir el hacinamiento de animales en granjas industriales y prohibir el consumo y mercados de especies silvestres. Esperemos que este artículo y, lo que es más importante, la pandemia de COVID-19, actúe como una llamada de atención que podría salvar innumerables vidas humanas.